En los orígenes del juego, los equipos confiaban en la fuerza bruta y la estrategia terrestre para dominar el campo. Corriendo por el centro y avanzando con formaciones de poder, el futbol americano era una exhibición de resistencia y determinación física. Hoy, en la temporada 2024 de la NFL, estamos presenciando un renacimiento de esos días gloriosos, donde las carreras y el poder físico están reclamando su lugar en el centro del escenario.
En una liga que durante años ha favorecido el juego aéreo, las estadísticas recientes muestran un cambio significativo. Para tener un contexto, las cinco mejores ofensivas por tierra tienen un récord combinado de siete victorias y tres derrotas, mientras que las cinco mejores por pase están con 3-7.
El cambio de enfoque no es sólo una cuestión de nostalgia. Las defensas modernas se han puesto al día con las ofensivas que, en su libro de jugadas, la mayoría de las páginas estaban ocupadas por formaciones de pase. Junto a ello, algunos entrenadores han tratado de proteger de graves lesiones a los quarterbacks, restándole protagonismo en las acciones. Enfrentar constantes cargas defensivas ponen en riesgo la salud de los hombres que más dinero ganan y su longevidad, lo que hace que una estrategia terrestre sea más atractiva y segura.
En las primeras dos semanas de la campaña, los equipos promediaron apenas 193.6 yardas por pase, un mínimo histórico que no se veía desde 1996 (188.3) cuando la NFL comenzaba a transformarse en la liga de los pases largos y espectaculares. En la Semana 1 hubo 17 quarterbacks titulares que lanzaron para menos de 200 yardas, una hazaña lograda sólo por segunda vez desde 2011.
De acuerdo con datos históricos, el promedio de yardas por pase de la liga alcanzó su punto máximo en 2015, cuando los equipos promediaban 243 yardas. Se podría argumentar que fue la era de Tom Brady, Aaron Rodgers y Russell Wilson, todos en su mejor momento. Este año la excepción a la regla es Derek Carr, quien ha lanzado 443 yardas en los primeros dos encuentros gracias a la explosividad de su ofensiva que anotó 91 puntos en las primeras dos semanas.
RODGERS REGRESA A NY
Aaron Rodgers, firmado por los Jets de Nueva York el año pasado, volverá a disputar un partido en el MetLife Stadium luego de que en septiembre de 2023 se rompió el tendón de Aquiles en el primer juego de la campaña.
Rodgers vivirá su primer enfrentamiento contra los Patriots bajo el uniforme de los Jets. A sus 40 años, Rodgers es el jugador de mayor edad de la NFL. Su compañero de equipo Braelon Allen es el más joven de la liga, con 20 años. Dos elementos que Nueva York buscará explotar para ganar su primer juego en casa.
mcam