El papa Francisco pidió el jueves proteger «la dignidad de los trabajadores migrantes» y «garantizarles un salario justo» ante las autoridades de Singapur, última parada de su larga gira por Asia y Oceanía.
La etapa de 48 horas en Singapur, una ciudad-estado de seis millones de habitantes, es la última de su larga gira por Asia-Pacífico, que comenzó en Indonesia, y busca promover el crecimiento de la Iglesia Católica en Asia. Singapur tiene más de 300 mil trabajadores migrantes, la mayoría de Bangladés, India o China, que contribuyen, a cambio de un exiguo salario, a la construcción de sus imponentes rascacielos y sus infraestructuras.
Varias oenegés han denunciado el trato que reciben de parte de las autoridades y han pedido que se mejoren sus condiciones de vida. Un portavoz del Ministerio de Trabajo reaccionó afirmando que las condiciones laborales han mejorado con los años, la supervisión de los contratos y otras medidas. Añadió además que el mercado determina los sueldos.
Excelsior