La campaña de los Yankees ha sido una montaña rusa de emociones, llena de subidas y bajadas vertiginosas. Sin embargo, la noche de ayer en el Bronx culminó en un desenlace feliz, con un triunfo 4-3 sobre los Royals en un épico encuentro de 11 innings. En una temporada marcada por seis derrotas dolorosas por walk-off, los Yankees finalmente encontraron la redención.
La escena se desarrolló con Jazz Chisholm Jr. como el inesperado héroe. Su infield hit envió a la registradora a Jon Berti, desatando la euforia en el estadio. A pesar del esfuerzo casi sobrehumano del shortstop de Kansas City, Bobby Witt Jr., su tiro al plato careció de dirección, sellando el destino del juego. Fue la primera ocasión en que Chisholm se vistió de héroe con un walk-off hit en toda su carrera ligamayorista.
El encuentro fue de retos constantes para los Yankees. El martes, no lograron alcanzar la segunda base y anoche, no tuvieron un turno al bate con un corredor en posición de anotar hasta el séptimo rollo. Ese turno, de José Treviño, terminó en un doble play aplastante. La ofensiva neoyorquina parecía silenciosa ante el sólido pitcheo de los Royals.
A pesar de estos desafíos, los Yankees encontraron la manera de ganar. En 11 entradas, sumaron apenas seis hits, pero su perseverancia rindió frutos. Un jonrón de dos carreras de Juan Soto en el cuarto episodio fue crucial para minar la serpentina de Kansas City.
Con este triunfo, los Yankees (84-62) se colocaron juego y medio por encima de los Orioles en el Este de la Liga Americana de la Major Leagues Baseball (MLB) y a horas de iniciar una serie crucial con los Red Sox.
LINDOR PRESIONA A OHTANI POR EL MVP
El Rogers Centre estaba de pie, una masa vibrante de esperanza y tensión, aguardando un pedazo de historia. Bowden Francis, el joven lanzador derecho de los Blue Jays, había tejido una actuación de ensueño, llevando un juego sin hits hasta la novena entrada por segunda vez en apenas cuatro aperturas. Sus 111 lanzamientos, 68 de ellos strikes, eran la obra de un artista en su lienzo.
El estadio, repleto con 29,399 almas, respiraba al unísono, con los corazones latiendo al ritmo de cada lanzamiento. Francisco Lindor, se paró en el plato. La cuenta estaba en 0-2, con un silencio profundo.
Y entonces, en un instante que parecía eterno, Lindor conectó. La bola rápida de 92 mph voló hacia el cielo nocturno, trazando un arco perfecto antes de desaparecer por encima del muro del jardín derecho. En un mismo instante se borró el sin hit de Francis y la ventaja.
Lo que siguió fue una tormenta inevitable. Los Mets de Nueva York, revigorizados por el jonrón de Lindor, llenaron las bases. Pete Alonso y Starling Marte conectaron elevados de sacrificio, añadiendo dos carreras más al marcador. Francisco Álvarez envió un jonrón de tres carrerasal centro, sellando el destino del juego.
WHITE SOX CERCA DE LO MÁS PROFUNDO
La historia recuerda a los Mets de 1962 como la organización con más derrotas (120) en una sola temporada de Grandes Ligas. Pero esa marca está cerca de quedar atrás.
Los White Sox de Chicago fueron barridos ayer por los Guardians de Cleveland al perder el tercer encuentro de la serie 6-4 y con ello llegaron a 114 descalabros, con 15 juegos delante en el calendario.
La novena de Chicago ligó su décimo quinto descalabro en casa en un encuentro en el que amagaron con remontar en la parte baja del cuarto rollo. Los 15 encuentros perdidos en su parque son una marca de franquicia.
Es la ocasión 24 en la temporada que los White Sox son barridos
Lane Thomas se encargó de impulsar cuatro carreras para los Guardians, novena que se afianza en el primer lugar de la División Central de la Americana.
El dominicano Emmanuel Clase sigue con su formidable campaña al conseguir su salvamento 44. Sólo aceptó un imparable para mantenerse intratable en el último inning.
mcam
