A través de las redes sociales, habitantes de Chiapas están denunciando la constante presencia de retenes, algunos operados por personas con uniformes falsos de corporaciones policiales o militares, en diversas carreteras y vialidades de la entidad.
En este estado, el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación se están disputando diversos territorios, principalmente en la frontera con Guatemala para controlar el tráfico de drogas y migrantes, así como la extorsión y la trata de personas.
Ante esta situación el gobernador Rutilio Escandón se ha limitado a afirmar que el combate a esos grupos es responsabilidad de las autoridades federales, y no de su secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Gabriela del Socorro Zepeda Soto.
Usuarios de redes sociales como Facebook, X y Tiktok afirman que las carreteras de Chiapas están tomadas por grupos que instalan retenes, lo que incrementa la inseguridad en esos caminos.
Además, en cuentas como Alerta Chiapas se informa que algunas de las carreteras de la entidad también tienen una alta incidencia de accidentes, debido al exceso de velocidad de sus usuarios y la ausencia de patrullas que regulen la forma de conducir de los automovilistas.
Organizaciones sociales y empresariales realizaron, sin éxito, diversos llamados para que las autoridades locales incrementen su presencia en caminos de Pantelhó, Amatenango del Valle, El Parral, La Concordia, Ocozocoautla y Villa de Rosas, en donde los grupos del crimen organizado operan con impunidad.
Otro de los problemas, explicaron, es el incremento en la llamada “cifra negra” de delitos cometidos en esos caminos, como robos y extorsiones, ante la desconfianza de las víctimas para presentar denuncias, ante la posible complicidad de las autoridades con esos grupos.
Excelsior