Los habitantes de Thulasendrapuram, un pequeño pueblo en el sur de India, rezan, alientan y sienten orgullo por su hija pródiga: Kamala Harris. Nadie ahí sabía de ella hasta que se convirtió en vicepresidenta de Estados Unidos; fue hasta entonces que, a 14 mil kilómetros de Washington, descubrieron los orígenes de la demócrata y que sus abuelos maternos eran nativos de esa modesta comunidad.
Ahora, la plaza central de Thulasendrapuram y algunos otros sitios emblemáticos albergan enormes carteles con el rostro de la aspirante a la presidencia de EU: su sonrisa se ha vuelto una estampa recurrente para los pobladores.
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Estamos muy orgullosos de ella”, dijo Kadir Kathiravan, propietario de una imprenta en el pueblo de varios cientos de habitantes, donde un póster muestra a Harris alegre y se refiere a ella como una “hija de esta tierra”, sin importar que ella sea oriunda de Okland,
En 2020, la vicepresidenta afirmó que su madre, una investigadora del cáncer de mama que murió en 2009, siempre le insistió en apreciar sus raíces: “Quería que entendiéramos de dónde venía y dónde teníamos ascendencia”, dijo Harris.
El pasado martes, en la Convención Nacional Demócrata, Kamala Harris fue refrendada como candidata a la presidencia; en noviembre, se enfrentará en las urnas al republicano Donald Trump, quien suma una victoria (2016) y una derrota (2020) en su camino a la Casa Blanca; sin embargo, el magnate no cuenta con toda la vibra ancestral de la que goza su contrincante.
Excelsior