En los Juegos de París, una inusual tecnología capturó la atención de muchos espectadores y expertos en deportes por igual. Varias de las estrellas más brillantes del atletismo, como Sifan Hassan, Eliud Kipchoge y Hellen Obiri, lucieron durante sus competencias diademas peculiares, que parecían pequeños paneles solares incrustados en la frente de los corredores. Esta innovación, que resultó ser clave para sus rendimientos, es producto de la mente creativa del mexicano Gustavo Cadena Schlam, quien comenzó el proyecto por una necesidad personal.
En 2013 cuando Gustavo se encontraba en París durante un intercambio de la carrera de ingeniería física, sufrió los estragos del sofocante verano europeo. El constante sudor y los dolores de cabeza lo llevaron a buscar una solución. Inspirado por un libro sobre confort térmico que había consultado en la biblioteca del Tec de Monterrey, Gustavo decidió aplicar sus conocimientos de física para enfrentar este problema.
Me encantó descubrir que el problema personal que yo tenía de calor lo podía llevar a algo numérico y lo podía aplicar a lo que había aprendido en mis clases de física. Empecé a desarrollar, pero no tenía ni idea de lo que hacía. Empecé haciendo prototipos. Hice un chaleco tipo Ironman. La idea era que mantuviera confortable a la persona siempre, que te ayudará a refrigerarte. En ese momento yo no tenía ninguna habilidad de costura. Nadie entendía porque quería hacer un chaleco que empleaba electrónica. Al final un sastre me ayudó, pero me di cuenta que no iba a servir”, contó Cadena en entrevista con Excélsior.
Comprometido con su idea de mantener el cuerpo fresco por medio de alguna prenda de vestir y luego de tres años de desarrollo, Gustavo intentó hallar la solución repasando prácticamente todo el armario hasta que encontró el accesorio indicado.
Me puse a estudiar todo lo que tiene que ver con la regulación térmica del cuerpo y vi que la frente es uno de los lugares más importantes para la salida del calor. Entendí que la banda en la cabeza era mi respuesta porque es unitaria, no rebota y tiene muchas ventajas y así comenzó la idea de esta pieza”, explicó.
TECNOLOGÍA REVOLUCIONARIA
En ese entonces, Gustavo ni nadie podría haber imaginado que esa banda en la cabeza cambiaría el curso de la tecnología deportiva. En París, Gustavo Cadena cerró un círculo perfecto. En la misma ciudad donde nació la idea, su producto alcanzó una fama mundial. La tecnología patentada por el mexicano fue utilizada en la justa veraniega por aproximadamente 50 atletas, incluyendo a la neerlandesa Sifan Hassan, quien se adueñó de la medalla de oro en maratón, imponiendo un récord olímpico. La lista también incluye a los medallistas de plata y bronce en triatlón, Hayden Wilde de Nueva Zelanda y Léo Bergère de Francia. En la marcha de 20 kilómetros, el ecuatoriano Daniel Pintado, quien se colgó la presea áurea también usó la banda.
Con un peso de sólo 50 gramos, las bandas son prácticamente imperceptibles para los atletas, pero su impacto es innegable, mejorando significativamente el rendimiento en condiciones de calor extremo.
*La diadema tiene un costo de 200 dólares.
¿CÓMO FUNCIONA?
Cuando el sudor se evapora en la superficie de la piel, absorbe calor y enfría el cuerpo.
El efecto de enfriamiento viene de la absorción de agua en las piezas de enfriamiento. La transformación del agua a gas en el grafito absorbe el calor del interior de los paneles que están en contacto con la piel.
Debido a que el efecto de enfriamiento es impulsado únicamente por la evaporación del agua, el efecto continuará indefinidamente mientras las piezas de enfriamiento estén mojadas.
mcam