La crisis de vivienda en la Unión Europea ha obligado a muchos jóvenes adultos a regresar a casa de sus padres debido al aumento de los costos de alquiler y la inaccesibilidad para adquirir una propiedad.
Esta situación ha transformado la vida de millones de jóvenes, como Laura en Barcelona y Connor en Dublín, quienes, a pesar de tener buenos empleos, no pueden independizarse.
En países como Irlanda y España, el porcentaje de jóvenes entre 25 y 34 años que viven con sus padres ha aumentado significativamente en los últimos años. Los esfuerzos gubernamentales para aumentar la construcción de viviendas asequibles y regular los alquileres a corto plazo han sido insuficientes, dejando a muchos jóvenes sin opciones viables para lograr la independencia económica.
La solución a esta crisis requiere un enfoque integral que combine políticas gubernamentales eficaces y el compromiso comunitario para incrementar la oferta de viviendas accesibles y regular el mercado de alquiler.
Información de la mano con Excelsior