10 años después de que una filial de Grupo México lo contaminó con el derrame de millones de litros de sustancias tóxicas–siguen afectando a la población y la empresa debe hacerse cargo de los daños, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador subrayó que el hecho se dio en los tiempos del neoliberalismo, donde mandaba un pequeño grupo.
“Por eso, pues no hicieron nada o simularon y quedó pendiente ese tema”.
Aseguró que su administración reabrió el caso de este daño ambiental a fin de analizar los impactos y el nivel de contaminación del río.
“Ya se tiene un dictamen que se presentó hace unos meses, está en las redes sociales, y se está pidiendo que la empresa se haga cargo de los daños y planteando que se resuelva el problema de la contaminación del agua”, señaló.
El 6 de agosto de 2014 –durante el gobierno priísta de Enrique Peña Nieto–, la mina Buenavista del Cobre, propiedad del gigante Grupo México, derramó 40 millones de litros de desechos tóxicos que impactaron en la vida, cosechas y ganado de más de 20 mil pobladores de esa región, sin que hasta la fecha se haya reparado el daño.
El dictamen concluyó que “persiste la contaminación en agua, aire, flora y fauna, además de metales pesados por arriba de la norma, a pesar de la remediación posterior al derrame de sulfato de cobre acidulado ocurrido el 6 de agosto de 2014”.
Ese análisis calificó el derrame como el “más grave desastre ambiental de minería en México” y responsabilizó a la empresa.
El presidente señaló que la Secretaría de Gobernación está a cargo de las negociaciones para la reparación de los daños que se mantienen y siguen afectando a los pobladores.
“Se está viendo de manera integral”.
Con información de La Jornada.
