La dirigencia nacional del PRI está organizando una campaña contra los militantes que critican la conducción del partido, argumentando que debilitan la unidad ideológica, programática y organizativa del mismo.
Estas acciones incluyen el uso de redes sociales, tiempos oficiales en radio y televisión, y la expulsión de aquellos que se consideran infractores del artículo 257 del estatuto del partido.
Se han presentado peticiones de expulsión contra críticos de Alejandro Moreno, basadas en cinco supuestos del artículo 257:
- Atentar contra la unidad ideológica
- Programática y organizativa del partido
- Sostener y propagar principios contrarios a los Documentos Básicos del partido
- Desprestigiar las candidaturas del partido
- Atacar a dirigentes y sus funciones
- Difundir ideas o realizar actos que busquen provocar divisiones en el partido
Alejandro Moreno anunció que todos los militantes deberán usar sus redes sociales para exhibir a los críticos del partido. Desde el 8 de julio, Moreno ha declarado su intención de poner «en su lugar» a los críticos y utilizó tiempos oficiales del partido para exponerlos.
Entre los posibles expulsados se encuentran los expresidentes del partido Pedro Joaquín Coldwell, Dulce María Sauri, Manlio Fabio Beltrones y Enrique Ochoa, así como varios militantes de Guerrero.
A pesar de que el Instituto Nacional Electoral (INE) aún no ha emitido una resolución sobre la validez de los estatutos del PRI, aprobados el 7 de julio, Moreno sigue adelante con su estrategia para silenciar a los críticos internos. Los magistrados Mónica Soto, Felipe Fuentes y Felipe de la Mata impidieron fijar plazos para atender las impugnaciones presentadas por priistas contra la XXV Asamblea Nacional y la convocatoria de sucesión del partido.
Información de la mano con Excelsior
