El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos, el principal socio comercial de México, creció a una tasa anualizada de 2.8% en el segundo trimestre del año, superando las expectativas gracias al fuerte consumo interno. Esto representa un aumento significativo en comparación con el 1.4% registrado en el trimestre anterior, según la estimación inicial del gobierno de Joe Biden.
El gasto personal, principal motor de la economía estadounidense, avanzó un 2.3%, también por encima de lo previsto. Aunque el crecimiento se aceleró en comparación con el primer trimestre, todavía muestra una moderación respecto a 2023.
La alta tasa de interés de la Reserva Federal ha enfriado el gasto de los consumidores y la actividad económica en general, ayudando a controlar gradualmente la inflación en Estados Unidos.
Este crecimiento es favorable para la Reserva Federal, que busca un «aterrizaje suave» de la economía y podría comenzar a recortar las tasas de interés tan pronto como en septiembre. Sin embargo, la tarea será equilibrada, ya que deben enfriar el mercado laboral sin aumentar significativamente el desempleo.
Olu Sonola, jefe de investigación económica de Fitch Ratings, comentó:
«Este es un informe perfecto para la Reserva Federal; el crecimiento no es demasiado acelerado, la inflación se está enfriando, y el escenario de aterrizaje suave parece estar al alcance de la mano».
El gasto del consumidor fue impulsado principalmente por un repunte en bienes duraderos como automóviles y muebles, y un avance moderado en servicios. El gasto público, especialmente en defensa, también contribuyó al crecimiento del PIB.
Excluyendo inventarios, gasto público y comercio, las ventas finales ajustadas por inflación a compradores nacionales privados aumentaron un 2.6% por segundo trimestre consecutivo, indicando una sólida demanda subyacente.
Información de la mano con El Financiero
