Miles de manifestantes marcharon hacia el Capitolio de Estados Unidos en Washington en rechazo al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien pidió a los congresistas estadunidenses apoyo constante en su lucha contra Hamás.
Una multitud con banderas palestinas y pancartas se congregó cerca del Capitolio, donde se registraron choques con la policía, que disparó gas pimienta para dispersar la protesta que pedía un cese el fuego en Gaza tras nueve meses de guerra y la detención de Netanyahu, sobre el que pesa una orden de arresto de la Corte Penal Internacional.
Varios de los manifestantes se lavaban los ojos y la cara tras la refriega. «Estamos horrorizados por la destrucción del sistema de salud en Gaza», contó el doctor Karameh Kuemmerle.
Más tarde, la policía arrestó a varios manifestantes que derribaron tres banderas estadounidenses y les prendieron fuego frente a la Union Station, un centro neurálgico de transporte cercano al Capitolio.
Una escultura con la cara de Netanyahu fue quemada junto a la bandera estadounidense, y reemplazada por la palestina roja, negra y verde. Hubo varios estallidos fuertesde origen desconocido.
Dentro del Capitolio, Netanyahu pidió al Congreso apoyo continuo por parte de Estados Unidos en la prolongada guerra que se desencadenó por los ataques del movimiento islámico Hamás del 7 de octubre.
En un punto, el primer ministro israelí fue abucheadopor los legisladores en el recinto cuando se refirió a los manifestantes apostados afuera como «idiotas útiles de Irán», al que acusa de financiarlos y de suministrar armas y apoyo a Hamás.
Las relaciones entre Estados Unidos y su aliado Israel se han tensado a medida que lasmuertes de civiles aumentan en la Franja de Gaza, lo que ha aumentado las críticas de la administración de Joe Biden contra la ofensiva militar israelí.
Excelsior