El mercado del aguacate en Michoacán, conocido como «oro verde«, se ha visto gravemente afectado por las extorsiones del crimen organizado, resultando en un aumento del 133% en su precio. Alberto Guerrero Baena, experto en seguridad, describe estas prácticas como «impuestos ilegales» que afectan a dueños de huertas, empacadores, exportadores y transportistas.
Los productores deben pagar por el derecho a sembrar y por cada kilo cosechado. Además, se les obliga a abastecer combustible en gasolineras específicas controladas por grupos criminales, que también extorsionan a concesionarios de estaciones de servicio.
Según Guerrero, el precio del aguacate ha aumentado significativamente. A principios de año, el costo por kilogramo no superaba los 60 pesos, pero ahora se ofrece entre 100 y 140 pesos en el Mercado de Abasto.
La producción y distribución del aguacate, que representa una industria multimillonaria para al menos 40 municipios de Michoacán, está en manos del crimen organizado, generando más de 50 millones de dólares en ganancias ilícitas.
Alberto «N«, productor de aguacate desde hace 30 años, lamenta cómo los delincuentes se han infiltrado en todos los niveles de la cadena productiva, desde las huertas hasta el transporte.
«El crimen organizado sabe cuánto aguacate se corta, cuántas cajas se empacan y cuántos vehículos están involucrados en el transporte», explica.
La lucha entre narcotraficantes ha exacerbado la situación. La región aguacatera se ha vuelto insegura, convirtiéndose en un escenario de extorsiones.
Gonzalo Paz Torres, comerciante de la Central de Abasto de Morelia, señala que el precio del aguacate en el mercado nacional está regido por la exportación a Estados Unidos, donde la demanda de esta fruta michoacana es alta. Aunque el precio ha fluctuado, en las recientes semanas ha llegado a 83 pesos por kilo.
El mercado del aguacate enfrenta un panorama complejo debido a la escasez de fruta y las extorsiones. Los consumidores, aunque conscientes de la situación, siguen comprando el producto, aunque en menor cantidad.
La cadena productiva del aguacate está profundamente impactada, y los precios reflejan las dificultades que enfrentan los productores y comerciantes en Michoacán.