En un testimonio gráfico impresionante, las imágenes satelitales muestran el antes y después de Petite Martinique, una pequeña isla de Granada, devastada por el huracán Beryl. Estas imágenes, cortesía de Maxar Technologies, capturan la isla el 8 de mayo de 2023, un año antes del desastre, y el 2 de julio de 2024, justo después de su paso.
El huracán Beryl, un fenómeno poco común en tan temprana etapa de la temporada atlántica, ha dejado un saldo de al menos siete muertos y una destrucción extensa en el sureste del Caribe. A pesar de haber perdido fuerza el 2 de julio, seguía siendo catalogado como un huracán de Categoría 4 «extremadamente peligroso». Los meteorólogos advierten que el ciclón podría pasar «cerca o sobre» Jamaica este miércoles.
Las imágenes revelan un cambio dramático en el paisaje de Petite Martinique. La vegetación exuberante y las estructuras que una vez caracterizaron la isla ahora están marcadas por las cicatrices del huracán. La comparación visual es un recordatorio del poder destructivo de los fenómenos naturales y la vulnerabilidad de las pequeñas comunidades insulares frente a estos desastres.
El huracán Beryl, que tocó tierra con vientos sostenidos de 215 km/h, causó olas gigantescas que inundaron extensas áreas costeras de Petite Martinique. La intensidad del huracán superó las expectativas iniciales de los meteorólogos, quienes habían pronosticado una temporada de huracanes moderada para el Caribe.
El proceso de recuperación presenta múltiples desafíos. La infraestructura de Petite Martinique, ya limitada, ha quedado prácticamente destruida. Las comunicaciones y el suministro eléctrico están gravemente afectados, complicando las tareas de coordinación de ayuda y reconstrucción.
El impacto económico en Petite Martinique es devastador. La economía de la isla, basada en el turismo y la pesca, ha sido severamente golpeada. Muchos pescadores han perdido sus barcos y equipos, y la infraestructura turística ha quedado inservible, lo que afectará los ingresos de la comunidad a largo plazo.