La tarde de ayer, el huracán Beryl sorprendió a las autoridades meteorológicas al intensificarse a categoría 5, mientras avanza por el Caribe oriental y se dirige a las costas de México con vientos que ya superan los 250 kilómetros por hora, lo que coloca al ciclón tropical en la medición más crítica de la escala Saffir-Simpson.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la trayectoria actual del meteoro indica que impactará dos veces en territorio nacional. Si mantiene su rumbo actual, Beryl tocará tierra en la Península de Yucatán durante la noche del jueves o la madrugada del viernes como huracán de categoría 1 o 2.
Se prevé que dos días después, el huracán podría fortalecerse de nuevo y afectar el límite entre Tamaulipas y Veracruz el domingo o lunes, esta vez como huracán de categoría 1.
Sin embargo, por el momento lo que mantiene en alerta a las autoridades es que el ciclón tomó fuerza y sorprendió a los expertos al convertirse en huracán categoría 5, por lo que la Coordinación Nacional de Protección Civil ha llamado a la población a intensificar las precauciones.
Para clasificar estos fenómenos, se emplea la escala internacional Saffir-Simpson, que determina la categoría según la velocidad de los vientos internos. Cuanto más altos sean estos vientos, mayor será el potencial del huracán y, por ende, su categoría, que puede llegar hasta 5.
Los huracanes de categoría 5 son fenómenos extremadamente poderosos y peligrosos que pueden tener efectos devastadores en las áreas que impactan, pues llegan a alcanzar vientos sostenidos de 252 km/h o más capaces de causar devastación extensa y catastrófica.
Los huracanes de categoría 5 pueden destruir completamente casas y edificios, arrancar árboles y postes de electricidad, y generar escombros peligrosos esparcidos por grandes áreas, además, pueden generar maremotos significativos debido a la intensidad de los vientos y la marejada ciclónica.
Excelsior