El primer ministro ultraconservador de Hungría, Viktor Orbán asumió la presidencia semestral de la Unión Europea y prometió actuar con «imparcialidad», ante los temores del bloque.
Hungría toma así el relevo de Bélgica para presidir el Consejo de la Unión Europea (UE) y controlar la agenda de las reuniones de los 27 Estados miembro.
La presidencia húngara suscitó cierto malestar en el Parlamento Europeo y en algunos Estados miembro por las derivas antidemocráticas del país y sus relaciones con el Kremlin a pesar de la invasión rusa en Ucrania.
En Bruselas, sin embargo, el ambiente era «alegre» el lunes, aseguró Orbán, después de la ceremonia de traspaso con el primer ministro belga Alexander De Croo.
La capital belga es sede de la Comisión Europea, el ejecutivo de la UE, y del Parlamento.
«Volver a hacer grande a Europa»
«Todo el mundo está encantado de que nos toque a nosotros volver a hacer grande a Europa» (make Europe great again), escribió Orbán en inglés en la red social X, en referencia al polémico eslogan del expresidente estadounidense Donald Trump.
El gobierno de Orban, de 61 años, afirmó que estaba listo para asumir «las obligaciones y las responsabilidades» de su misión, que termina en diciembre.
«Actuaremos como mediador imparcial», aseguró el ministro de Relaciones Exteriores, Janos Boka.
«Al mismo tiempo», Hungría aprovechará la ocasión para resaltar su «visión de Europa» y volver a encaminar el bloque «en la dirección correcta».
Orbán anunció este domingo que deseaba formar una nueva alianza en el Parlamento Europeo junto al partido de extrema derecha austriaco FPÖ y el movimiento centrista del ex jefe de gobierno checo Andrej Babis.
Con información de DW.