Al menos 18 personas murieron y otras 30 resultaron heridas, incluyendo 19 en estado crítico, en una serie de ataques perpetrados por presuntas mujeres suicidas con bombas en Gwoza, al noreste de Nigeria el sábado pasado.
Según Barkindo Saidu, director general de la Agencia Estatal de Gestión de Emergencias de Borno, el primer ataque ocurrió durante una boda, seguido por otra explosión cerca del Hospital General y un tercer ataque en un funeral. Entre las víctimas se encontraban niños y mujeres embarazadas.
Aunque ningún grupo se ha atribuido aún la responsabilidad, Gwoza, ubicada en el estado de Borno, ha sido gravemente afectada por la insurgencia de Boko Haram desde 2009. Boko Haram, que busca establecer un Estado islámico en Nigeria, ha utilizado anteriormente mujeres y niñas en ataques suicidas, a menudo sospechándose que algunas de ellas fueron secuestradas para este propósito.
La situación plantea serias preocupaciones sobre la seguridad en la región, exacerbada por la crisis humanitaria que ha desplazado a millones de personas y causado la muerte de más de 35,000. Las autoridades han impuesto un toque de queda en Gwoza y mantienen la alerta máxima después de informes de otro presunto atacante en Pulka, cerca de la ciudad.
Información de la mano con APNEWS