El gasto en servicios de transporte representa aproximadamente el 19% de los egresos mensuales de los hogares mexicanos. Durante las últimas décadas, México ha experimentado un crecimiento urbano acelerado y desordenado, lo que ha provocado escasez de servicios, altos niveles de contaminación y problemas de movilidad que afectan tanto la economía como la calidad de vida de los ciudadanos.
La expansión territorial horizontal en las principales ciudades obliga a las personas a recorrer largas distancias en tiempos prolongados para llegar a sus destinos, según un análisis de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC).
Luis Méndez Jaled, presidente de la CMIC Nacional, sugirió que una estrategia coordinada de inversión pública y privada y políticas de ordenamiento podrían reducir este gasto a 1,800 pesos mensuales en el corto o mediano plazo. Destacó la necesidad de intervenir en políticas de redensificación y en el diseño de viviendas para controlar la expansión urbana.
Revisión del fondo metropolitano y propuestas de mejora
La CMIC señala la falta de Planes de Desarrollo Sostenible y la eliminación del Fondo Metropolitano como dos de las principales preocupaciones en materia de movilidad sustentable.
Este programa del gobierno federal proporcionaba recursos a las zonas metropolitanas para desarrollar planes y proyectos de infraestructura. En 2016, el Fondo Metropolitano tenía una asignación de 10,400 millones de pesos en el Presupuesto de Egresos de la Federación, pero fue retirado en 2020.
Méndez Jaled sugirió que el Fondo debería duplicarse y complementarse con inversión privada, recursos de Banobras e inversión extranjera. Además, la CMIC propone la creación de un Instituto Nacional de Movilidad Urbana Sostenible y el uso intensivo de tecnologías digitales avanzadas para mejorar la gestión del tráfico y los sistemas de transporte público, incluyendo aplicaciones móviles.
Finalmente, Méndez Jaled destacó que la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, tiene una conciencia ambiental que podría impulsar una reestructuración integral de las políticas de movilidad urbana, enfocándose en energías limpias y sostenibles.
Información de la mano con El Economista
