La reforma para aumentar a 20 días los permisos de paternidad se detuvo en el Congreso debido a la oposición del gobierno y la iniciativa privada, quedando en espera de un momento más favorable. Según el senador Rafael Espino (Morena), presidente de la Comisión de Estudios Legislativos Segunda, no hay evidencia suficiente de que la ampliación de licencias mejore la paternidad afectiva y responsable, pero sí se anticipa un impacto negativo en las micro, pequeñas y medianas empresas.
Aprobada inicialmente por la Cámara de Diputados en diciembre de 2023, la reforma fue bien recibida, pero en el Senado, la Secretaría de Hacienda y otras instituciones solicitaron reducir la extensión a 10 días, argumentando un costo de 4,349 millones de pesos para las empresas. Esto dividió a los legisladores, y aunque el dictamen pasó en comisiones, no se votó en el pleno.
Actualmente, México ofrece cinco días de permiso, uno de los más cortos en América Latina y lejos del promedio de siete semanas de la OCDE. La ampliación de estos permisos no solo favorecería una paternidad más presente, sino que también ayudaría a equilibrar la carga de cuidados, tradicionalmente asumida por las mujeres.
“Desde nuestra trinchera estamos planteando un cambio completo de pensamiento de lo que ha sido la protección social hasta ahora. Consideramos que esta agenda es de largo alcance, por lo que se requiere de mucha sensibilización y comunicación”, comenta Mónica Orozco, directora de Genders
Natalia Calero, especialista en igualdad de género, destaca la necesidad de un cambio estructural que permita a los hombres ejercer su paternidad. Mónica Orozco, agrega que además de ampliar los permisos, se necesitan políticas para facilitar la corresponsabilidad en el cuidado infantil. La firma del Convenio 156 de la OIT sería un paso importante hacia la equidad de género en el ámbito laboral.
Información de la mano con El Economista