JERUSALÉN.
El ministro israelí Benny Gantz, miembro del gabinete de guerra del país, dio un ultimátum al informar que dimitirá a menos que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, apruebe un plan de posguerra para la Franja de Gaza.
“El gabinete de guerra debe formular y aprobar antes del 8 de junio un plan de acción que conduzca a la realización de seis objetivos estratégicos de importancia nacional (…) o nos veremos obligados a dimitir del gobierno”, indicó Gantz, refiriéndose a su partido, en un discurso televisado dirigido a Netanyahu. Gantz dijo que los seis objetivos incluyen derrocar a Hamás, garantizar el control de la seguridad israelí sobre el territorio palestino y el regreso de los rehenes israelíes.
“Junto con mantener el control de la seguridad israelí, establecer una administración estadunidense, europea, árabe y palestina que gestione los asuntos civiles en la Franja de Gaza y siente las bases para una futura alternativa que no sea Hamás ni (Mahmud) Abás”, declaró en referencia al presidente de la Autoridad Palestina.
También instó a normalizar los lazos con Arabia Saudita “como parte de un movimiento general que creará una alianza con el mundo libre y el mundo árabe contra Irán y sus afiliados”.
Por su parte, Netanyahu respondió a la amenaza tachando las exigencias de “palabras huecas cuyo significado está claro: el fin de la guerra y una derrota para Israel, el abandono de la mayoría de los rehenes, dejar intacto a Hamás y el establecimiento de un Estado palestino”.
En este contexto, este sábado se produjeron nuevas manifestaciones por un lado para exigir la vuelta de los rehenes secuestrados en la Franja de Gaza y por otro para pedir la dimisión del primer ministro israelí, al que acusan del actual estancamiento del conflicto.
En Tel Aviv, donde se cortó la autopista Ayalon con barricadas incendiadas, siendo en esta ciudad donde se concentró la mayor cantidad de manifestantes.
En todo el país, se exigió que se realicen elecciones anticipadas para cambiar al gobierno.
El comisionado general de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA), Philippe Lazzarini, anunció que son ya 800 mil los palestinos, casi la mitad del total de la población de la Franja de Gaza, los que han huído forzosamente de Rafá, desde el 6 de mayo que inició el asedio al último enclave palestino que se mantenía a salvo hasta entonces.
En el octavo mes de guerra contra el movimiento islamista palestino, las fuerzas israelíes anunciaron este ayer que habían “eliminado a unos cincuenta terroristas y localizado decenas de pozos de túneles” en el este de Rafá.
Y aunque los combates entre el ejército de Israel y el grupo propalestino Hamás continúan en la Franja de Gaza, tras varios días de bloqueo, el enclave palestino recibió más de 300 palés con ayuda humanitaria a través del muelle temporal instalado por Estados Unidos en la costa del territorio palestino, indicaron ayer las Fuerzas Armadas israelíes.
Excelsior