El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, pidió un alto el fuego «inmediato» en la Franja de Gaza, que el ejército israelí sigue bombardeando tras siete meses de guerra que dejan ya, según Hamás, más de 35 palestinos asesinados.
De acuerdo con AFP y testigos reportaron nuevos bombardeos israelíes en varios puntos de Gaza, incluyendo en Rafah, en el extremo sur del territorio palestino, donde las tropas israelíes preparan una gran ofensiva terrestre.
Un hospital indicó que recibió 18 cuerpos en las últimas 24. Además, dos médicos, padre e hijo, murieron en bombardeos israelíes en Deir al Balah, en el centro del enclave palestino, según los servicios de seguridad civil de Hamás.
La ONU advirtió que la ayuda humanitaria está bloqueada desde que las tropas israelíes entraron el lunes en el este de Rafah y tomaron el paso fronterizo con Egipto, sellando una entrada vital a este territorio amenazado de hambruna.
Según el portavoz de la autoridad de los puestos fronterizos de Gaza, Hicham Adwan, «vehículos militares israelíes avanzaron desde la frontera (…) y se adentraron unos 2,5 kilómetros».
Israel insiste en la necesidad de lanzar una operación en Rafah, donde se concentran 1,4 millones de personas, en su mayoría desplazados internos por la guerra, al considerar que allí están situados los últimos batallones de Hamás.
El ejército israelí indicó que unos 300 mil palestinos ya salieron desde el lunes de los barrios del este, tras ordenar su evacuación. Añadió que estos lugares fueron «escenario de actividades terroristas de Hamás».
El jefe de Derechos Humanos de la ONU, Volker Türk, estimó que una ofensiva israelí a gran escala en Rafah contravendría el «derecho internacional humanitario».
Excelsior