La decisión sin precedentes de World Athletics de otorgar primas a los atletas que ganen medallas de oro en los Juegos Olímpicos 2024 ha generado controversia en el mundo del Olimpismo.
Esta medida, celebrada por algunos deportistas, ha sido recibida con escepticismo por parte de otras federaciones internacionales, que no fueron consultadas al respecto y cuyas finanzas podrían no permitir igualar esta iniciativa.
A pesar de que el ideal de amateurismo defendido por Pierre de Coubertin parece ser cosa del pasado, la decisión de World Athletics de ofrecer recompensas económicas a los campeones ha generado debate sobre los valores olímpicos.
La Asociación de Federaciones Internacionales Olímpicas de Verano (ASOIF) expresó su preocupación y planea comunicar a World Athletics las inquietudes de sus federaciones miembro.
La dotación global para estas primas provendrá de la contribución que el Comité Olímpico Internacional (COI) realiza cada cuatro años a World Athletics. Mientras algunos atletas como el corredor noruego Karsten Warholm ven positiva esta medida como un impulso hacia el profesionalismo en el deporte, otros cuestionan su impacto en la solidaridad y la equidad en el movimiento olímpico.
La iniciativa ha suscitado preocupaciones sobre la posible exposición de los atletas a riesgos como el dopaje y la manipulación de apuestas. Además, la decisión unilateral de World Athletics crea tensiones y coloca a otras federaciones internacionales en una situación delicada, con disparidades financieras significativas.
Aunque ninguna otra federación ha anunciado planes similares, la controversia plantea interrogantes sobre el futuro del apoyo económico a los atletas olímpicos y la unidad en el movimiento deportivo internacional.