Como efecto dominó, el pasado mes fue el marzo más caluroso reportado en el mundo y marcó el décimo récord consecutivo de temperaturas altas.
Según el Servicio Copérnico de la Unión Europea, estos 31 días registraron un valor de 1,68 grados Celsius por encima de la media histórica.
En el Viejo Continente, la cifra resultó 2,12 grados superior al promedio del período 1991-2020, considerado el peor de la era preindustrial.
Además, en regiones como las Américas, partes de África, el sur de Australia y zonas de la Antártida también los termómetros marcaron índices elevados.
La subdirectora del centro, Samantha Burgess, expresó su preocupación ante la tendencia general tanto en los mares como en la atmósfera.
Muchos expertos atribuyeron este problema a las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la actividad humana.
De igual forma, influyó el fenómeno de El Niño, el patrón climático que calienta las aguas superficiales en el Océano Pacífico oriental.
A juicio de los científicos, si la situación actual continúa, cada vez será mayor el número de sequías, incendios, olas de calor e inundaciones.
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