Richarlison, delantero de la selección brasileña y del Tottenham, confesó que sufrió depresión tras el Mundial de Qatar, disputado a finales de 2022, momento en el que solo pensaba en «basura sobre la muerte», por lo que comenzó a trabajar su salud mental con psicólogo, algo que le «salvó la vida».
«Antes de ir a entrenar, quería irme a casa, quería volver a mi habitación, no sé lo que estaba pasando por mi cabeza. Incluso fui y le dije a mi padre que iba a dejar el futbol. Ir a mi padre, que fue la persona que persiguió mi sueño conmigo, y decirle ‘Papá, quiero dejarlo’, es una locura», dijo el delantero en una entrevista a ESPN Brasil emitida este miércoles.
Richarlison, de 26 años, fue el máximo goleador de Brasil en Qatar, con tres goles en cuatro partidos, aunque el país quedó eliminado en cuartos de final, después de perder en la tanda de penaltis ante Croacia. Una duro golpe para el ariete, que incluso llegó a afirmar que fue «peor que perder a un familiar».
«Acababa de jugar un Mundial, en mi mejor momento. Pero estaba llegando a mi límite, no voy a hablar de suicidarme, pero allí entré en una depresión y quise dejarlo. Incluso yo, que parecía ser fuerte mentalmente. Después del Mundial parecía que todo se venía abajo», confesó Richarlison visiblemente emocionado.
Por ello, el delantero de la ‘Canarinha’, también afectado por discusiones financieras con su agente, decidió buscar ayuda psicológica. «Fue el mejor descubrimiento de toda mi vida. Ir al psicólogo, me guste o no, me salvó, me salvó la vida. Sólo pensaba tonterías… Incluso en Google, sólo buscaba basura, sólo quería ver basura sobre la muerte», se sinceró.
«Hoy puedo decir, busca un psicólogo, si necesitas un psicólogo, búscalo porque es bonito que te abras. Hoy ha venido un psicólogo a darme las gracias por llevar esto al mundo del fútbol, porque es muy importante y, nos guste o no, salva vidas», reconoció.
Finalmente, Richarlison admitió haber tenido «prejuicios» sobre la salud mental y su tratamiento. «Pensaba que eran tonterías, que estaba loco. En mi familia hay gente que piensa que el que va al psicólogo está loco. Pero yo descubrí esto y me pareció maravilloso», concluyó.
ald