El pasado 23 de febrero, Gabriel Shipton, defensor y hermano de Julian Assange, visitó al creador de WikiLeaks en la cárcel de máxima seguridad de Belmarsh, en Reino Unido, donde cumple una “condena”, que no es más que un resguardo por una posible extradición a Estados Unidos, donde se le acusa de 18 delitos por espionaje e intrusión informática, luego de que en 2010 y 2011 revelara documentos militares y cables diplomáticos confidenciales, en los que se exponían violaciones a los derechos humanos del gobierno de Estados Unidos en Irak y Afganistán.
Lo vi demacrado, físicamente desgastado, pero no deteriorado mentalmente. Estuve con Julian, acompañado de su esposa Stella, y salí bastante asustado de su condición física, pero esperanzado de que su condición mental sigue siendo buena. Es un sentimiento muy pesado y difícil, una sensación aterradora de describirte ver a tu familiar en la cárcel sin que puedas hacer algo más al respecto”, es lo primero que cuenta Shipton a Excélsior cuando se le pregunta cómo ha visto últimamente a su hermano, y qué opina de la decisión de los tribunales de Londres, que hace unas semanas no decidieron su extradición, aunque la palabra final no se ha dicho.
Está muy conmovido por el apoyo que hubo fuera de la cárcel y los tribunales ante su audiencia, a la cual no pudo acudir por su condición física. Está agradecido por la atención mediática que eso tuvo. Tiene fe de su libertad, pues en el proceso hay una resolución parlamentaria aprobada por el Parlamento australiano, una semana antes de la audiencia, donde dos terceras partes dijeron que Reino Unido y Estados Unidos deberían enviar a Julian de regreso a Australia. Acciones como ésa nos ayudan a seguir luchando, aunque esto continúa”.
Shipton se encuentra en un pequeño departamento en Washington, desde donde toma la entrevista. Se ve también cansado, pero con ánimo de seguir trabajando en favor de la libertad de su hermano.
El representante estadunidense Thomas Massie lo invitó al discurso sobre el Estado de la Unión que se realizó el jueves pasado. El republicano de Kentucky es un defensor férreo de que EU debería retirar los cargos penales contra Assange y dejar de solicitar su extradición. “El actual esfuerzo del gobierno de EU para procesar a Julian Assange amenaza los derechos de los estadunidenses bajo la Primera Enmienda y debe oponerse”.
Durante su mandato, le pedí al presidente Trump que perdonara al señor Assange, y me decepcionó que no lo hiciera. El presidente Biden debería dejar de solicitar la extradición y, en cambio, debería retirar los cargos penales que actualmente presenta el Departamento de Justicia”, dijo Massie previo a la reunión.
Shipton explica que se ha introducido una legislación en EU que protegería a su hermano Julian y pondría fin a la ley de espionaje que se utiliza como arma contra los editores de los medios de comunicación. “Espero que el presidente Biden pueda echar un nuevo vistazo a la acusación y verla por primera vez como amenaza a la democracia”.
Confiado sobre el lobby que se ha estado haciendo en Washington, Shipton platica que inclusive el candidato independiente a la presidencia de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., es otro que se suma en su plataforma política a que se libere a Julian Assange.
Si soy elegido, investigaré la corrupción y los crímenes que ha revelado. Todos ustedes saben que Julian Assange es un informador heroico. Defendió la democracia. Se enfrentó al estado de vigilancia. Se enfrentó a la corrupción gubernamental. Luchó por todas nuestras libertades e hizo un enorme sacrificio por el cual se encuentra hoy en prisión y en riesgo de extradición a EU. La urgencia de perdonarlo no puede esperar. No puede esperar hasta que yo sea presidente”, dijo en un video difundido la semana pasada.
Excelsior
