«Estamos evaluando cómo podemos refinar esa señal», dijo el jefe de misión, Tim Crain.
«Pero podemos confirmar, sin lugar a dudas, que nuestro equipo se encuentra en la superficie lunar«.
Luego empezaron a llegar datos por fin, según anunció la empresa dos horas después.
Las últimas horas antes del alunizaje estuvieron cargadas de tensión cuando falló el sistema de navegación láser del módulo de aterrizaje.
El equipo de control de vuelo de la empresa tuvo que poner en marcha un sistema láser experimental de la NASA, y la sonda dio una vuelta adicional a la Luna para poder realizar el cambio de última hora.
Una vez realizado este cambio, Odysseus descendió desde una órbita lunar baja y se dirigió a la superficie en busca de un lugar relativamente plano entre los riscos y cráteres que se encuentran cerca del polo sur del satélite natural.
Inversión a la nave
La agencia espacial otorgó a la empresa 118 millones de dólares para construir y volar el módulo de aterrizaje, como parte de su esfuerzo por comercializar las entregas lunares antes del retorno planificado de los astronautas en unos pocos años.
La entrada de Intuitive Machines es la más reciente en una serie de intentos de alunizaje realizados por países y empresas privadas que buscan explorar la Luna y, si es posible, capitalizarla.
Japón logró un aterrizaje lunar el mes pasado, sumándose a los triunfos anteriores de Rusia, Estados Unidos, China e India.
El éxito no sólo marca un hito importante para el sector espacial privado, sino también el primer aterrizaje de una sonda estadounidense en la Luna desde el final del legendario programa Apolo en 1972..
Pero varias empresas (israelíes, japonesas y estadounidenses) lo han intentado en vano. Rusia también se quedó sin alunizar este verano.