Trinidad y Tobago celebró este fin de semana por todo lo alto su carnaval, considerado como uno de los más importantes del Caribe, pero canceló el evento infantil debido a un vertido de petróleo en el suroeste de Tobago, donde entre las áreas dañadas se encuentran algunas playas vírgenes.
La agencia de gestión de emergencias medioambientales halló daños en el arrecife y en algunas playas.
El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, visitó este domingo una zona costera de 14,4 kilómetros afectada por el derrame.
Unos 1.000 voluntarios participan ya en la limpieza del vertido mientras las autoridades intentan aislar la fuga del buque Gulf Stream, que fue abandonado por su tripulación, según informó la Oficina del Primer Ministro en un comunicado.
Por su parte, la Oficina de Gestión de la Preparación ante Desastres (ODPM, por sus siglas en inglés) indicó que el vertido es actualmente de nivel dos y espera que Trinidad y Tobago pueda hacer frente a la emergencia climática.