El gobernador de Florida, Ron DeSantis anunció el fin de su candidatura presidencial republicana, poniendo fin a su intento por llegar a la Casa Blanca y a la vez respaldo a su acérrimo rival Donald Trump.
La decisión deja a Trump y a la exembajadora ante la ONU, Nikki Haley como los últimos dos candidatos de relevancia en la contienda a las primarias en Nueva Hampshire.
Este es el escenario que los rivales de Trump dentro del Partido Republicano deseaban desde hace tiempo que se concretara, y que eleva lo que está en juego en la contienda de esta semana como la última oportunidad del partido para frenar al expresidente que ha dominado las campañas hasta ahora.
DeSantis se inclinó ante el dominio de Trump en las primarias —y atacó a Haley— en un video publicado en redes sociales en el que anunció su salida de la contienda.
“Me queda claro que una mayoría de los votantes de las primarias republicanas quieren darle otra oportunidad a Donald Trump”, señaló mientras veía directamente a la cámara, con un tono animado, pero con sonrisas forzadas.
Continuó: “Firmé un compromiso para respaldar al nominado republicano y lo cumpliré. Él tiene mi apoyo porque no podemos volver a la vieja guardia republicana de antaño, una forma reempaquetada de corporativismo recalentado que Nikki Haley representa”.
Haley respondió durante un evento de campaña en Seabrook, Nueva Hampshire, poco después del anuncio de DeSantis.
“Él libró una gran contienda, ha sido un buen gobernador y le deseamos que le vaya bien”, dijo ante una sala repleta de simpatizantes y reporteros.
“Habiendo dicho eso, ahora sólo quedan un tipo y una dama”.
Contienda presidencial DeSantis
DeSantis entró a la contienda presidencial rumbo a 2024 con grandes ventajas en su intento por desafiar a Trump, y las encuestas iniciales dejaban entrever que estaba en buena posición para hacerlo.
Él y sus aliados amasaron una fortuna política de más de 130 millones de dólares, y alardeó de haber logrado avances legislativos significativos en temas importantes para muchos conservadores, como la prohibición del aborto y las restricciones a la enseñanza sobre género y raza en las escuelas.
Tales ventajas no sobrevivieron a la realidad de la política en la contienda por la presidencia en 2024.
Desde un destacado anuncio inicial de campaña, que se vio afectado por problemas técnicos, a constantes cambios en su equipo y su estrategia de campaña, DeSantis pasó apuros para consolidar una posición sólida en las primarias. Perdió los caucus de Iowa —que se había comprometido a ganar— por una diferencia de 30 puntos porcentuales ante Trump.
Aliados de DeSantis señalaron que poco después de la debacle en Iowa se iniciaron conversaciones privadas para decidir cómo abandonar la contienda con dignidad.
El gobernador de Florida notificó su decisión a donantes y simpatizantes a través de una serie de llamadas telefónicas y mensajes de texto que les hicieron altos funcionarios de campaña el domingo en la tarde, según dos personas que recibieron esas comunicaciones y que hablaron a condición de guardar el anonimato a fin de revelar las conversaciones privadas.
Para entonces, DeSantis había regresado a Florida después de un fin de semana agitado que incluyó escalas en Nueva Hampshire y luego en Carolina del Sur, de cara a otra visita programada a Nueva Hampshire el domingo por la noche que a la larga fue cancelada.
Horas antes, la campaña también canceló una serie de presentaciones en la televisión nacional, atribuyéndolas a una falla en las comunicaciones con el comité de acción política de DeSantis.
DeSantis estaba agotado físicamente después de pasar semanas en campaña con poco o nulo tiempo libre, incluso mientras recorría las gélidas Iowa y Nueva Hampshire, a menudo sin un abrigo invernal.
Finalmente decidió que necesitaba respaldar a Trump dada su popularidad dentro del partido, a pesar de las arraigadas diferencias personales entre ellos.
“Si bien he tenido desacuerdos con Donald Trump, como con respecto a la pandemia de coronavirus y al hecho de que haya nombrado a Anthony Fauci (ex asesor médico presidencial), Trump es mejor que el mandatario actual, Joe Biden. Eso está claro”, dijo DeSantis, quien se encuentra en su segundo y último mandato como gobernador de Florida, el cual concluye en enero de 2027.
Con información de AP News.