Luego de vivir el sueño de estar en el cuadro principal del Abierto de Australia y entrar al top 100 del ranking de la WTA, la tenista mexicana ya tiene en mente su siguiente objetivo: Juegos Olímpicos de París 2024.
Para París, me muero por ir, estoy tratando de investigar hasta cuándo cuenta el ranking. Mi meta sería calificar en singles y dobles con Giuliana Olmos. Como es cada cuatro años, este año es mi oportunidad, puede ser la última y ojalá lo pueda lograr”, mencionó Zarazúa en teleconferencia. En el viaje de regreso de Melbourne a la capitalina le tocó compartir asiento 15 horas con la nipona Naomi Osaka, quien también perdió en la primera ronda.
Las largas horas le hicieron tener momentos de reflexión y de orgullo tras encarar uno de los torneos más prestigiosos del deporte blanco.
Siento que en los Grand Slam la competencia es demasiada, entran como “perros” literal a ganar lo que sea, hay puntos, dinero y es una “guerra”, tienes que ganar como sea, todo es muy tenso, me di cuenta que es estresante y agotador, es parte del juego, son cuatro torneos de esos, yo he tenido buenas experiencias ahí y puedo hacerlo en el próximo mucho mejor”.
Con grandes expectativas para el 2024, Zarazúa prefiere omitir las críticas y las malas vibras que alguna vez se hicieron presentes en su vida.
Antes me costó mucho, porque muchos me decían que iba a ser difícil que estuviera en el top 100, porque estaba muy chiquita, pensé que no iba a crecer más y pensé que me iba a concentrar en lo que tenga. El cuerpo de cada persona siempre tiene una ventaja. Hubo mucha gente que me dijo que no iba a poder y sí pude”, sentenció Zarazúa, 97 del ranking de la WTA.