A partir del lunes 1 de enero, Kylian Mbappé es libre para firmar por otro club que no sea el PSG en el que jugar a partir de junio de 2024, garantía de un nuevo culebrón de especulación y rumores.
A mediados de año, antes de la actual temporada, todo estaba claro para el jugador internacional francés, que hizo saber por carta al club parisino que no tenía pensado renovar su contrato una vez llegue a su fin en junio de 2024. Pero la tensión ha disminuido y la calma ha vuelto después del pulso que mantuvo con el PSG, durante el que el club, furioso ante la posibilidad de ni siquiera poder obtener el beneficio económico de un traspaso del jugador, valorado en 180 millones de euros (199 millones de dólares) según la web especializada Transfermarkt, llegó a apartar a la estrella del equipo.
Desde entonces, la relación entre el dirigente del PSG Nasser Al Khelaïfi y el capitán de la selección de Francia es sólida y bien asentada, según dicen desde el club.
Varios medios de comunicación informan que el jugador renunció a una parte de sus colosales primas «de fidelidad».
El entorno del jugador no quiso hacer comentarios sobre los próximos meses, mientras que el club no se ha pronunciado oficialmente sobre este caso desde hace mucho tiempo.
BFG