El yogur griego suele anunciarse como un alimento saludable para iniciar el día, sin embargo la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) emitió una alerta sobre ciertas marcas por su alto contenido de azúcares o edulcorantes, ingrediente no recomendado para niños.
Según un estudio de calidad realizado por el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor, centrado en 25 productos de yogur griego, tres de las marcas analizadas incorporan edulcorantes como estevia, fruta del monje, sucralosa o acesulfame.
Estos sustitutos del azúcar se encontraron en productos como el Chobani Zero Sugar Yogurt griego sin azúcar (Estados Unidos), Lala Griego Zero Yoghurt estilo griego sin azúcar añadido (México) y Vitalínea Yoghurt griego sabor endulzado (México).
Además, se identificaron otros problemas en el etiquetado y contenido de algunos productos mexicanos.
Por ejemplo, los productos Yoplait Yoghurt natural estilo griego bajo en grasa sin azúcares añadidos y Yoplait Skyr Yoghurt griego natural, deslactosado sin grasa, reducido en calorías tipo skyr declararon más contenido neto del que realmente tenían.
En el primer caso, la marca declaró tener 148 gramos, aunque solo contiene 136. En el segundo, dice tener 120 g, cuando realmente son 111.
Asimismo, la marca Yoplait en su presentación natural estilo griego bajo en grasa declara contener 146 gramos y realmente tiene 135.
Otro caso fue el de Onei Yogurt griego natural sin grasa, que declaró un 10.1% de proteína pero en realidad contenía solo un 3.9%.
El análisis también destacó que la marca Onei declaró un contenido de azúcar del 1.4%, pero en realidad tenía un 7.2%.
Por otro lado, productos como Lala Griego frutos rojos Yoghurt estilo griego con fresa, frambuesa y zarzamora y Lala Griego Natural Yoghurt estilo griego natural, endulzado fueron identificados como los que contenían más azúcares totales, con 17.6% y 12.8%, respectivamente.
La Profeco recomendó a los consumidores revisar detenidamente las etiquetas de los productos, identificar el contenido de grasa, proteína y azúcar que prefieren, así como prestar atención a la presencia de edulcorantes sintéticos que no son recomendables para los niños.
También enfatizó la importancia de verificar el contenido de azúcares, refrigerar los productos para mantener las bacterias vivas y no consumir productos con envases dañados o fuera de la fecha de caducidad.
