La concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, responsable del cambio climático, batió niveles récord en 2022, una tendencia al alza que no parece invertirse, según Naciones Unidas a través de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
El año pasado, las concentraciones medias mundiales de dióxido de carbono (CO2), el principal gas de efecto invernadero, superaron por primera vez en un 50 por ciento los valores preindustriales.
Dichos niveles siguieron aumentando este año, según el boletín anual de gases de efecto invernadero de la OMM, publicado a dos semanas de celebrarse la COP28, del 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái.
Las concentraciones de metano también crecieron, y los niveles de óxido nitroso, el tercer gas principal en el proceso de afectaciones al clima, experimentaron el mayor aumento interanual registrado entre 2021 y 2022 en un nivel jamás observado.
«A pesar de décadas de advertencias de la comunidad científica, miles de páginas de informes y docenas de conferencias sobre el clima, todavía vamos en la dirección equivocada”, afirmó el Secretario General de la OMM, Petteri Taalas.
«El nivel actual de concentraciones de gases de efecto invernadero nos coloca en el camino de un aumento de las temperaturas muy por encima de los objetivos del Acuerdo de París para finales de este siglo. Esto irá acompañado de condiciones climáticas más extremas, que incluirán calor y lluvias intensos. Los costos socioeconómicos y ambientales se dispararán. Debemos reducir el consumo de combustibles fósiles con urgencia”, añadió Taalas.
Según la OMM, menos de la mitad de las emisiones de CO2 permanecen en la atmósfera, más de una cuarta parte son absorbidos por el océano y menos del 30 por ciento por ecosistemas terrestres como los bosques.
Asimismo, el boletín añade que la última vez que la Tierra experimentó una concentración comparable de CO2 fue hace entre 3 y 5 millones de años, cuando la temperatura era entre 2 y 3°C más cálida y el nivel del mar entre 10 y 20 metros más alto que ahora.
«No existe una varita mágica para eliminar el exceso de dióxido de carbono de la atmósfera. Pero tenemos las herramientas para fortalecer nuestra comprensión de los factores que impulsan el cambio climático a través de la nueva Vigilancia Mundial de Gases de Efecto Invernadero de la OMM, sentenció Taalas.
La Vigilancia Mundial de Gases de Efecto Invernadero, prevé un seguimiento sostenido de los gases de efecto invernadero para poder dar cuenta tanto de las actividades humanas relacionada y dará información vital para el objetivo del Acuerdo de París de limitar el calentamiento global por debajo de 2°C y apuntar a 1,5°C por encima de los niveles preindustriales.
Con información de Excélsior.