SANTIAGO.- Explotó la dinamita en la victoria de mexicanos sobre uruguayos (0-1), al cierre de la fase de grupos del futbol varonil de los Juegos Panamericanos. Un escupitajo contra un elemento del cuerpo técnico del tricolor Sub 23 incendió los ánimos.
Al pitazo final le siguió una ola de empujones, patadas e insultos entre ambos equipos. En la salida del campo, el futbolista charrúa Diego Hernández le escupió por la espalda a Alexandro Álvarez, entrenador de porteros de México.
El Mostro Álvarez no se dio cuenta, pero sí elementos de la selección, que no dudaron en encararlo; Rafael Hernández y Emilio Lara, los de mecha corta que a nada estuvieron de los golpes.
Son partidos intensos, antes del juego sabíamos que sería así y el resultado es la consecuencia de soportar y entrar en la dinámica típica de ellos, los uruguayos, por su garra, son intensos.
El solitario tanto sirvió para que México avance a las semifinales contra la invicta Sub 23 de Brasil.