Estados Unidos solicitaron al gobierno de Colombia que construya un muro en la zona fronteriza con Panamá conocida como el Tapón del Darién.
Esto con el fin de detener el masivo flujo migratorio que tiene lugar en esta selvática región, reveló el presidente Gustavo Petro.
Durante su visita a Nueva York para asistir a la Asamblea General de Naciones Unidas, Petro se reunió con un auditorio de colombianos residentes en Estados Unidos.
Con quienes declaró que “nos han pedido desde aquí, el poder político de este país, que tapemos el Tapón, como si eso fuera fácil, que construyamos un muro para que la gente no pase a Panamá en su camino a Estados Unidos”.
Cifras del gobierno panameño, revelan que en 2011 sólo cruzaron por allí 559 migrantes, en lo que va del 2023 ya van 260 mil personas, número que podría elevarse a 400 mil cuando finalice este año.
Organismos internacionales como la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) estiman que la mayoría de migrantes que atraviesan esta inhóspita barrera selvática son suramericanos, aunque registran un aumento de asiáticos y africanos.
A su ingreso a territorio panameño, los migrantes son censados por las autoridades del itsmo, donde se ha establecido que el 51 por ciento son ciudadanos venezolanos, veinte por ciento de ellos, menores de edad.
Petro atribuyó la oleada de migrantes de Venezuela al bloqueo económico que pesa sobre este país.
Ecuatorianos, cubanos y haitianos completan la lista de estos arriesgados migrantes que desafían una topografía agreste atravesada por ríos caudalosos que inundan la región haciendo más penosa la travesía.
Muchas de estas personas “llegan casi moribundas” a suelo panameño, relató recientemente Sandra González, directora de migración de Panamá.
Agregó que su tiempo de viaje varía entre tres y siete días, hasta quince cuando van familias con niños. Un alto porcentaje denuncia que en el trayecto son objeto de abusos, robos, maltratos y agresiones sexuales.
La situación en esta franja limítrofe ya ha generado varios roces entre los gobiernos de ambos países, pues Panamá acusa a Colombia de no hacer lo suficiente para detener las oleadas migratorias.
“El esfuerzo de Panamá para abordar el problema desde una óptica de cooperación ha caído en oídos sordos”, denunció en agosto pasado el ministro de Seguridad panameño, Juan Manuel Pino.
Petro comparó esta opción con la del muro propuesto por Estados Unidos y descartó que sea una solución.
“No es con caballo, látigos y perros entrenados como se detiene la migración”, opinó el jefe de Estado.
Con información de La Jornada.