El gabinete italiano se reunió el lunes para adoptar nuevas medidas para reprimir la migración masiva.
Esto depués de que la isla sureña de Lampedusa se viera rebasada nuevamente por una ola de migrantes desde Túnez y la cuestión migratoria volviera al centro del escenario en Europa con conversaciones sobre un bloqueo naval.
La primera ministra, Giorgia Meloni, dijo que las medidas del gabinete se centrarán en los inmigrantes que no califican para asilo y que están programados para ser repatriados a sus países de origen.
El plan es ampliar el tiempo que estas personas pueden permanecer detenidas hasta el máximo de la Unión Europea de 18 meses.
Y así aumentar el número de centros de detención para retenerlas hasta que sean devueltas, pues la capacidad en Italia siempre ha sido insuficiente.
Meloni anunció las “medidas extraordinarias” después que Lampedusa, que está más cerca de Túnez que de la Italia continental, se viera rebasada la semana pasada por el arribo de casi 7.000 inmigrantes en un día, más que la población residente de la isla.
Italia ha estado trasladándolos lentamente en ferry a Sicilia y otros puertos, pero las llegadas una vez más avivaron las tensiones en la isla.
En medio de las maniobras políticas internas y de la UE, Meloni resucitó los llamados de campaña a un bloqueo naval del norte de África para evitar que los traficantes de personas lancen sus botes de contrabando al Mediterráneo.
Meloni estuvo presente en Túnez cuando la Comisión Europea firmó un acuerdo con el gobierno tunecino prometiendo ayuda económica a cambio de asistencia para impedir las salidas de migrantes; Hace años se firmó un acuerdo similar con Libia.
Con iformación de AP News.