Una semana después de que un terremoto de magnitud 6.8 devastara el sur de Marruecos, el gobierno de ese país anunció una serie de ayudas económicas pata apoyar y realojar a los habitantes damnificados de al menos 50 mil edificios dañados y destruidos.
Los habitantes afectados deben alojarse provisionalmente en estructuras concebidas para resistir al frío y las inclemencias meteorológicas, o en lugares de acogida adaptados con todas las comodidades necesarias», indicó el gabinete real.
Marruecos informó que como parte de las ayudas económicas tras el terremoto se «concederá una ayuda de urgencia de 30 mil dírhams (unos 3 mil dólares) a las familias afectadas» por la catástrofe, y precisó que se trata de la primera parte de un programa de ayuda más ambicioso.
El terremoto del pasado viernes, cuyo epicentro se encontró en la provincia de Al Hauz, provocó 2 mil 946 muertos y 5 mil 674 heridos, según el último balance oficial, comunicado el miércoles por la noche.
Actualmente se desconoce el número real de personas que se quedaron sin domicilio a causa del terremoto.
Según el gabinete real, también se destinarán ayudas económicas de 140 mil dírhams (cerca de 13 mil dólares) «a las viviendas completamente destruidas» y 80 mil (unos 7 mil 330 dólares) a las parcialmente afectadas.
Pese a la amplitud de la catástrofe, las autoridades marroquíes solo aceptaron la ayuda de cuatro países: España, Reino Unido, Catar y Emiratos Árabes Unidos.
Consecuencias se siguen analizando
Aunque la ayuda económica anunciada por Marruecos es el primer paso en la restauración del orden, los damnificado esperan con urgencia mayores acciones.
Las infancias en Marruecos son uno de los sectores más lastimados, afirmó la Unicef, pues más de 100 mil niños se encuentran en situación vulnerable; ya sea por falta de vivienda, alimentos o por la muerte de sus padres.
Excelsior