Un petrolero ruso fue alcanzado por drones ucranianos en el estrecho de Kerch, lo que afectó ayer el tráfico en un puente estratégico que une Rusia con la península de Crimea, en momentos de creciente tensión en el mar Negro.
El ataque también hizo que Rusia intensificara sus ataques a Ucrania, con un bombardeo contra un centro de transfusión de sangre en Járkov que dejó “muertos y heridos”, y otro contra un fabricante aeronáutico en Jmelnitski, anunció el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.
Una bomba aérea guiada” alcanzó el centro sanitario en Kupiansk, en Járkov, una ciudad a pocas decenas de kilómetros de la frontera con Rusia, precisó Zelenski en redes sociales, añadiendo que había “muertos y heridos” y que los equipos de rescate estaban “extinguiendo el fuego”.
El mandatario ucraniano informó en su discurso vespertino diario que misiles rusos habían golpeado las instalaciones del grupo aeronáutico Motor Sich, una de las empresas controladas por el gobierno desde el principio de la guerra.
Poco antes, Kiev anunció que había alcanzado con drones un petrolero ruso en el estrecho de Kerch.
Las operaciones militares de ambos bandos se han intensificado en esa zona desde que Rusia se retiró a mediados de julio del acuerdo que permitía a Ucrania exportar granos por esa vía marítima.
El petrolero ruso SIG fue alcanzado hacia las 23:20 (hora local) del viernes en el sur del estrecho de Kerch, precisó la agencia federal de transporte marítimo de Rusia en Telegram.
La diplomacia rusa condenó el ataque señalando que se trataba de un “buque civil” y que Kiev “no sólo puso en riesgo de muerte a la tripulación, sino que planteó la amenaza de un desastre ambiental de gran escala”.
Excelsior