Autoridades de Países Bajos por segunda ocasión han intentado evitar un eventual catástrofe ecológica frente a sus costas del norte, donde un carguero con vehículos se incendió.
Según las últimas informaciones de los guardacostas neerlandeses, «sigue habiendo fuego a bordo» del «Fremantle Highway», en el que se desató un incendio poco después de la medianoche en la madrugada del miércoles.
La embarcación, que continúa enganchada a un remolcador, «deriva hacia el oeste a causa del viento y de la corriente», ahora se encuentra a 16 km de la isla de Terschelling, explicaron.
«Se mantiene al navío fuera de las vías de circulación para que el tráfico marítimo pueda pasar a una distancia de seguridad suficiente», agregaron.
Los barcos de rescate dejaron de pulverizar agua para enfriar la embarcación y así «evitar que haya demasiada agua a bordo», algo que «puede afectar a su estabilidad», explicó el portavoz de los guardacostas Edwin Granneman a la radio BNR.
El vocero advirtió que «el riesgo de un desastre ecológico sigue presente», por ejemplo si «el barco vuelca y naufraga».
Una vocera de los guardacostas había indicado que el incendio podría durar varios días.
Aún se desconoce la causa del fuego pero las autoridades neerlandesas anunciaron que están participando en una investigación iniciada por Panamá.
Según el dueño del navío, el grupo japonés, Shoei Kisen Kaisha, citado por NOS, uno de los 25 autos eléctricos que transportaba el carguero podría haber provocado el fuego.
De los 23 tripulantes que iban a bordo y pudieron ser evacuados, un marino murió y varios resultaron heridos.
Las autoridades están preocupadas porque el barco se encuentra cerca de un ecosistema frágil y del mar de las Wadden, que se extiende Países Bajos a Dinamarca.
La cual cuenta con una rica diversidad de más de 10.000 especies acuáticas y terrestres, fue declarado patrimonio mundial de la Unesco.
Con información de Excélsior.
