La Universidad Internacional en Desarrollo Humano y Liderazgo otorgó el doctorado Honoris Causa a la fundadora de los clubes de optimismo, por su destacada trayectoria de más de 3 décadas al servicio de los demás y por ayudar a transformar miles de vidas a través del desarrollo humano..
En una emotiva ceremonia que congregó a 13 nuevos doctores, reconocidos por sus aportaciones en diversos campos del conocimiento, la señora María Esther Aguirre recibió esta distinción académica que reconoce 33 años de ayuda a miles de personas que a través de los clubes de optimismo han encontrado el camino para afrontar de mejor manera las problemáticas de la vida cotidiana.
Acompañada de su esposo, el ingeniero José Luis Rodríguez Ibarra, su hijo Francisco, su nieta Natalia, muchos amigos y -por supuesto- los integrantes de los clubes de optimismo, la señora María Esther Aguirre Gomez se dispuso a subir el podio para saludar a los sinodales, quienes hicieron entrega de los llamados “arreos” que se otorgan en este tipo de ceremonias, conformados por el birrete, una biblia y por supuesto el título que la acredita como nueva doctora Honoris Causa.
Emocionada por el momento que acababa de vivir, la señora agradeció la oportunidad que ha tenido durante todo este tiempo de poder servir a los demás.
En tanto, el rector de la Universidad Internacional en Desarrollo Humano y Liderazgo, Wulfrano Peláez, reconoció la valía de la investidura que acababan de recibir los nuevos doctores.
El también comunicador, aprovechó su intervención para reconocer el papel trascendental que la señora María Esther, y su esposo el ingeniero José Luis Rodríguez Ibarra, han desempeñado para consolidar a la industria radiofónica nacional.
Los integrantes de los clubes de optimismo ahí presentes no paraban de celebrar la condecoración otorgada a su fundadora, con porras y vítores, se congraciaron con el reconocimiento, el cual en parte también es suyo, por el acompañamiento que han dado a lo largo de todos estos años para consolidar el esfuerzo de muchos, que han ayudado a salir adelante de las dificultades a miles y miles de personas.
Leticia Corona, una de las integrantes, no perdió oportunidad de valorar el liderazgo de la señora María Esther Aguirre.
Los clubes de ayuda y optimismo han marcado un antes y un después para ayudar a mucha gente, pero la labor altruista de la señora María Esther Aguirre se remonta a aquellos Encuentros Cristianos de Integración Matrimonial (ESIM) o al apoyo que recibieron los jóvenes caídos en adicciones y que fueron atendidos a través de los Centros de Integración Juvenil, tal como recuerda su hijo Francisco Rodríguez Aguirre.
Honor a quien honor merece, es un reconocimiento el otorgado a la señora María Esther Rodríguez Gómez a una vida de servicio y atención al prójimo, pero también una gran responsabilidad que busca seguir transformado más vidas de manera desinteresada.
