Se aprobó una ley en Malasia para limitar la pena capital a los delitos graves, lo cual llevará a indultar más de 1.300 presos condenados a muerte.
Esto hace que los tribunales tengan la opción de imponer penas de cárcel de entre 30 y 40 años y al menos 12 azotes con vara.
El viceministro de Justicia, Ramkarpal Singh, declaró que aún se mantendrá la pena de muerte.
Cabe señalar que antes los tribunales no tenían más remedio que imponer la horca como castigo por delitos como el asesinato, tráfico de drogas, traición, secuestro y actos de terrorismo.
Los delitos que no aplicarán para la pena de muerte serán el secuestro y ciertos delitos con armas de fuego.
La cadena perpetua natural, en la que los presos permanecen entre rejas hasta la muerte, también se sustituirá por penas de cárcel de entre 30 y 40 años.
Singh señaló que las reformas representan un avance significativo para el sistema de justicia penal malayo. Dijo que 1.318 personas están condenadas a muerte en el país.
Añadió que cuando la ley entre en vigor, los presos tendrán hasta 90 días para solicitar una revisión de sus sentencias.
“La revisión de esta sentencia refleja el compromiso del gobierno de estar siempre abierto a renovar y mejorar la ley y la justicia en este país”, comentó Singh. Dijo que las cortes siguen teniendo potestad para mantener la pena de muerte tras revisar la condena de un preso. Se espera que el proyecto sea aprobado por la Cámara Alta y el rey, y se convierta en ley.
Con información de AP News.