“He dicho que la criminalización de la homosexualidad es un problema que no hay que dejar pasar. Creo que el cálculo es de cerca de 50 países que de un modo u otro los criminalizan, algunos dicen que son incluso más, y algunos de estos, unos 10, tienen incluso la pena de muerte para los homosexuales. Esto no es justo”, subrayó el papa.
Francisco reiteró que como dijo en una reciente entrevista a la agencia AP “las personas de tendencias homosexuales son hijos de Dios. Dios les quiere, Dios los acompaña y condenar a una persona así es un pecado”.
“Criminalizar a las personas de tendencia homosexual es una injusticia. No estoy hablando de grupos, esto otra cosa, las lobbies son otra cosa. Yo hablo de personas y en el catecismo de la Iglesia ya se dice que nadie debe ser marginado”, agregó.
En la entrevista a AP, el papa había afirmado que “ser gay no es un delito” y había condenado a quienes criminalizan a estas personas por su orientación sexual.
A la rueda de prensa a bordo del avión con los periodistas que le acompañan en esta ocasión también participaron el líder de la Iglesia anglicana, el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y el moderador de la Iglesia presbiteriana de Escocia, Iain Greenshields, que se unieron en la etapa de Yuba.
López-Dóriga Digital