La policía tampoco conoce el motivo y ni tiene descripción alguna del sospechoso.
“Cuando los oficiales llegaron al lugar, vieron que había muchas personas saliendo de allí y gritando. Los oficiales de policía entraron en la sala de baile y localizaron a las víctimas”, dijo Meyer, citado por el diario Los Angeles Times.
Al menos otras diez personas fueron trasladadas a los hospitales cercanos y sus condiciones van desde estable a crítica.
Meyer dijo que aún era demasiado pronto para saber si el tiroteo fue un crimen de odio, pero que se analizará el suceso “desde todos los ángulos”.
También comentó que se estaba tratando de determinar si este tiroteo estaba relacionado con un incidente ocurrido horas antes en el vecino suburbio de Alhambra, al norte de Monterey Park.
El dueño de un restaurante de la zona donde se produjo el tiroteo dijo a Los Angeles Times que tres personas entraron corriendo a su establecimiento y le pidieron que cerrara la puerta con llave porque en la calle había un hombre con una pistola semiautomática.
Según este testigo, las personas que entraron en su local dijeron que el tirador tenía varias rondas de municiones y que una vez que se le acabaron recargó la pistola.
Otro testigo citado por el periódico afirmó que escuchó “cuatro o cinco disparos” y que luego oyó las sirenas de la policía.
Los sucesos se produjeron en una zona donde horas antes miles de personas habían celebrado la entrada del Año Nuevo chino.
López-Dóriga Digital