Estados Unidos se enfrenta a una tormenta invernal “histórica”, como la calificó el Servicio Meteorológico Nacional (NWS por sus siglas en inglés), que afectará a más de 240 millones de estadounidenses.
Mientras la tormenta se formaba sobre los Grandes Lagos el jueves, el Servicio dijo que es probable que se desarrolle un fenómeno meteorológico conocido como bomba ciclónica a partir de un sistema con una rápida caída de presión.
El ciclón podría provocar nevadas de 1.25 cm por hora y vientos huracanados de hasta 97 km/h desde el Alto Medio Oeste hasta el interior del Noreste, produciendo condiciones de ventisca y visibilidad cercana a cero, dijo el servicio meteorológico.
De acuerdo con el último reporte de la agencia de EU, publicado este viernes, el fenómeno producirá interrupciones generalizadas en grandes partes de la nación. Asimismo, emitió un aviso para el 60% de la población del país y señaló que es una de las advertencias de invierno de mayor extensión emitidas en toda la historia de Estados Unidos.
“Los peligros del clima invernal siguen vigentes desde la frontera sur con Canadá hasta el Río Grande, la Costa del Golfo y el centro península de Florida mientras se extiende desde el noroeste del Pacífico”, apuntó.
El propio presidente de EU, Joe Biden, reiteró este jueves a los estadounidenses que se tomen la tormenta “de forma extremadamente seria” y que sigan las recomendaciones de las autoridades.
“Esta es realmente una alerta meteorológica muy grave. Y va desde Oklahoma hasta Wyoming, y de Wyoming a Maine. Y hay consecuencias reales, por lo que animo a todo el mundo, a todo el mundo a seguir por favor los avisos locales”, dijo en declaraciones a los periodistas desde el Despacho Oval.
Biden subrayó que esto no es como un día de nieve normal, sino que es algo “serio”, al tiempo que reveló que su Gobierno ha intentado contactar con los 26 gobernadores de los estados afectados.
Las aerolíneas han indicado que la nieve, los vientos gélidos y las bajas temperaturas podrían afectar los viajes desde Seattle, en la costa oeste del país, a Boston, en el noreste, o Carolina del Norte, en el sur.
Según medios de comunicación locales, en el norte de Idaho se han alcanzado temperaturas de hasta -59 °F (-50 °C), mientras que algunas de las principales ciudades del país afrontarán condiciones extremas el viernes con -34 °F (-36,6 °C) en Chicago (Illinois), -32 °F (-35 °C) en Mineápolis (Minesota) y -21 °F (-29°C) en Denver (Colorado).
El fenómeno meteorológico irá desde el norte de la Gran Cuenca, una zona hidrográfica que abarca Nevada, parte de Utah y California, Idaho, Oregón y Wyoming, hasta el norte del medio oeste, los grandes lagos y los Apalaches centrales y septentrionales.
El NWS indicó que habrá “una peligrosa masa de aire frío sin precedentes” por un frente del Ártico que llegará a los valles de Ohio y Tennessee esta noche.