El pleno del Senado bateó esta mañana las más de 300 reservas que presentó el líder de la bancada de Morena, Ricardo Monreal, sobre el dictamen de reforma electoral. Monreal ayer presentó un extenso voto particular en contra de la reforma, señalando que va contra la constitución.
Esta mañana, el presidente de la Mesa Directiva del Senado, Alejandro Armenta, leyó la presentación de las reservas de Monreal y las sometió a votación económica de los senadores presentes.
“Vamos a desahogar las reservas presentadas por el senador Ricardo Monreal Ávila con respecto a artículos de l LEGIPE, la Ley de Partidos Políticos, artículos de la Ley del Poder Judicial y artículos de la Ley de Medios de Impugnación y artículos transitorios. Consulte la Secretaría a la Asamblea si admite a discusión”, dijo Armenta.
Tras unos minutos, y tras revisar la votación a mano alzada del pleno, Armenta determinó que las reservas de Monreal eran rechazadas para analizarse: “En consecuencia no se admite a discusión y el dictamen queda en sus términos“.
Con esto, las reservas de Monreal ni siquiera fueron leídas por el pleno del Senado; muchos menos discutidas.
El senador Ricardo Monreal argumentó ayer que el llamado Plan B de reforma electoral tiene 21 aspectos de inconstitucionalidad.
En escrito de casi 300 páginas afirma que hay “Inconsistencias, contradicciones y problemas de técnica legislativa del proyecto”.
En su análisis político considera que la reforma tiene artículos que “reflejan cierto oportunismo electoral cortoplacista, cuyo núcleo tiende a quebrantar el principio de equidad de las contiendas, sin tener una proyección de Estado a mediano o largo plazos”.
También, dedica un largo apartado a describir lo que califica como “Inconstitucionalidad del procedimiento legislativo”, en particular por excluir a todas las fuerzas políticas del debate en la Cámara de Diputados.
En discurso desde el Senado, Monreal se apartó de su bancada y anunció un voto particular. Ricardo Monreal afirma que el proceso en la Cámara de Diputados podría representar una afectación al principio democrático de participación de todas las fuerzas políticas.
En su documento, afirma que en Cámara de Diputados se debatieron y aprobaron dos dictámenes con “cambios significativos” a la propuesta presidencial, sin que se explicara su contenido.
Argumenta que al entregar el borrador final, la diputada Graciela Sánchez Ortiz señaló que había “algunos ajustes y adecuaciones en las mismas”, sin precisar a qué se refería.
Las minorías parlamentarias ni siquiera conocían el dictamen que se analizó en la sesión extraordinaria convocada, pues al no existir dictamen no fue puesto en conocimiento de todos los integrantes del Pleno, ni siquiera de quienes integran la comisión respectiva