El sistema de vigilancia epidemiológica de VIH dependiente de la Secretaría de Salud (SSa) desconoce, o no reporta, el porcentaje de fallecimientos por VIH/SIDA durante la pandemia por COVID-19.
En sus informes públicos, que debieran contener los datos de fallecimientos de personas que vivieron con el virus y que fueron afectadas por enfermedades oportunistas o definitorias de SIDA, no existe un desglose por año, y al día de hoy, apenas presentan información sobre el primer año de la pandemia (2020), esto sin explicitar los meses a los que corresponden dichos conteos o el motivo por el cuál la dependencia federal dejó de contabilizar las muertes.
Otro problema relevante sobre indicadores para la población que vive con el virus, es que desde el 2018 que la Secretaría de Salud, a cargo de Jorge Carlos Alcocer Varela, no actualiza la base de datos sobre la existencia de medicamento antirretroviral en el país (abastecimiento), indispensable para tratar a personas que tuvieron contacto con el virus. Tampoco existen datos sobre compras (destino o almacenamiento) de TARV relacionados al año 2022.
A partir de la homologación de medicamento, que fue un verdadero acierto porque se mejoró la calidad del medicamento, hubo muchos problemas sobre todo en instituciones como el IMSS. Parece ser que esta dependencia no está siguiendo la línea que se lleva en el resto del país, pues de esta administración (De Zoé Robledo) en lugar de generar condiciones para el acceso universal de medicamento, muy por el contrario se está actuando en detrimento de los derechos humanos de las personas que vivimos con VIH, toda su burocracia está literal matando mucha gente.
Sobre los nuevos casos, en los primeros seis meses del 2022, la Secretaría de Salud detectó 7,934 casos de personas que tuvieron contacto con el VIH, esto sin contar que durante la pandemia, la crisis por desabasto de medicamento TARV incrementó, así como la falta de diagnósticos oportunos, por lo que las cifras son menores a lo que realmente ocurrió. “Vivir entre dos pandemias no es fácil”, asegura Alaín.
Otro de los programas de salud que se vieron afectados por la pandemia, es el de la Profilaxis Pre Exposición (PrEP) recurso esencial dentro de las estrategias de prevención del VIH, que tiene como objetivo proteger a personas vulnerables de tener contacto con el virus y que consiste en la ingesta diaria de una pastilla (Emtricitabina/Tenofovir) misma que genera protección en el organismo de la persona usuaria.
Según la información de la Secretaría de Salud, el programa está dirigido a hombres que tienen sexo con hombres (HSH), personas trabajadoras sexuales, parejas serodiscordantes y mujeres de la población trans. Sin embargo, el sitio oficial para adquirir dicho servicio y que se reporta desde la SSa, se encuentra suspendido y esto ocurrió durante toda la pandemia por COVID.