A mes y medio de concluir su mandato, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar destacó que su mayor logro fue preservar al Poder Judicial y su independencia.
Señaló que este triunfo se alcanzó a través del diálogo constructivo con los demás poderes y las fuerzas políticas, sin la necesidad de recurrir a reformas legales para transformar al Poder Judicial mexicano por parte de legisladores o el Gobierno mexicano.
Recordó que, en 2019, cuando asumió la presidencia de la Suprema Corte, se logró consensuar con la clase política mexicana, que quería realizar una reforma profunda.
Posteriormente, explicó que se decidió llevar a cabo una reforma judicial que naciera del propio Poder Judicial Federal y que blindara al Poder Judicial en su independencia y en su autonomía.
Zaldívar explicó que este esfuerzo fue necesario, toda vez que el Poder Judicial mexicano era visto como “un botín político” por todas las fuerzas políticas, que con sus iniciativas exponían a la Justicia al manejo de criterios políticos y respondiendo a intereses económicos ajenos.
“Esto es muy importante, porque se nos olvida cómo estábamos hace cuatro años y hoy se respira un ambiente en el cual ya no hay realmente riesgos de que se pueda tomar al Poder Judicial”, subrayó.
En su recuento, el ministro presidente de la SCJN señaló que incluso se hizo un esfuerzo para erradicar el nepotismo, que era uno de los problemas más grandes del Poder Judicial, ya que se consideraba “parte de una cultura”, con jueces con hasta 20 familiares en su tribunal.
En este sentido, dijo que se realizaron “muchísimas readscripciones” para evitar lazos de nepotismo, con el cambio de más de 500 juzgadores mexicanos.