Con la puerta de la Copa del Mundo enfrente, el Tri se perfila entre dudas y zozobra. El último ensayo, éste de más calibre ante Suecia, terminó con una derrota.
Pudiera pensarse que Gerardo Martino ha sacado conclusiones a todas luces evidentes, pero con él nada se sabe. Está claro que en la recta final de su trabajo mundialista, quedan resabios.
Imperfecciones que no van salir fácilmente antes del duelo contra Polonia, pero que se tienen que atender con urgencia.
Tanta fidelidad de Martino con algunos de sus jugadores que encumbró como inamovibles, pasa factura. El caso más concreto, el de Héctor Herrera, que prefirió resguardarse en la MLS y a cambio de muchos dólares ganados, perdió ritmo, fuelle y tiempo. Es hoy un jugador semilento que a pesar de todo dio un pase para gol a Alexis Vega lo cual pudiera pensarse insuficiente para sus obligaciones de líder en el equipo.
México prueba y descabeza, recompone y luego se altera. Juega ante Suecia con mucho ánimo, invocado desde las bandas por Alexis Vega, éste sí en otra actitud y con Uriel Antuna que de tanto regatearse a sí mismo se fatiga, aunque vitamina no le falta.
Pero el futbol es más que correr y Suecia, que para nada vive su mejor momento, alicaída en la tercera zona de la Nations League, pone a prueba a la defensa mexicana que va perdiendo frecuencia competitiva. Se empequeñece Héctor Moreno, lo mismo Jesús Gallardo y ya ni hablar de Jorge Sánchez, desnudado apenas llegó al futbol de alta competencia con el Ajax.
Vía: Excélsior
