Los “dreamers (soñadores)”, beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) a Estados Unidos, llevaron al Congreso estadounidense su exigencia de una solución bipartidista que les ofrezca garantías antes que acabe el año.
A los pies del Capitolio, con el apoyo del líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, y de otros representantes progresistas como Bob Menéndez, Catherine Cortez Masto y Alex Padilla, pidieron no esperar al nuevo Congreso que se conformará en enero porque el cambio de ciclo puede perjudicarlos.
Viajaron hasta Washington “dreamers” de todo el país para reunirse con congresistas de ambos bandos y exigirles una protección permanente en esta sesión legislativa posterior a las elecciones de medio mandato del 8 de noviembre, en las que los demócratas conservaron el control del Senado pero los republicanos rozan la mayoría en la Cámara de Representantes.
“No hay mucha excusa para no hacerlo ahora”, dijo a EFE, Isidora Echeverría. Llegó a Estados Unidos con dos años, procedente de Chile, y se encuentra en el primer año de carrera en la Columbia Law School.
Quiere ser abogada especializada en migración y su permiso DACA expira en 2024. Gente como ella, señala, no puede hacer planes a largo plazo: “No sé qué va a pasar en dos años”, apuntó en referencia al plazo establecido de renovación.
El programa original se lanzó agosto de 2012 durante el mandato de Barack Obama (2009-2017), en 2017, el entonces presidente Donald Trump ordenó su cancelación y posteriormente numerosas querellas judiciales han conducido a la situación actual, que los “dreamers” esperan ver solucionada con una reforma permanente.
Una reforma que retome el proyecto de Ley de Promesa y Sueño Americano 2021, aprobado ya por la Cámara de Representantes y pendiente del Senado, u otra nueva negociada de forma bipartidista.
“Necesitamos a los ‘soñadores’ ahora más que nunca y asegurarnos de que el Congreso responde a la realidad política que afrontamos”, apuntó ante la prensa el senador Dick Durbin, titular de la Comisión Judicial del Senado e impulsor en 2001 del de proyecto “Desarrollo, Alivio y Educación para Menores Extranjeros”, más conocido como “Dream Act” o Ley del Sueño.
Para aprobar ese proyecto que les facilite el camino a la ciudadanía, la actual mayoría demócrata en el Senado necesita el apoyo de diez representantes republicanos.
Este diciembre, añadió Durbin, los demócratas deben hacer de esa esperada reforma su prioridad para evitar que el previsible cambio de color político en la Cámara de Representantes complique la tramitación parlamentaria.
“No es justo que vivan año tras año en un limbo y con miedo a la deportación, después de todo lo que han hecho por nuestro país”, señaló el senador Padilla, pidiendo a sus homólogos republicanos que se atrevan a apoyar públicamente la medida.
El programa DACA ha ofrecido permiso laboral y protección frente a la deportación a unos 830 mil migrantes que llegaron a Estados Unidos de niños.
Un juez federal de Texas decidió el pasado 14 de octubre mantener por el momento el DACA, pero prohibió expedir nuevas solicitudes tras haber declarado ilegal este amparo.
El Departamento de Seguridad Nacional emitió después una “regla final” que permite la recepción de nuevas peticiones, pero no se pueden procesar mientras siga el litigio.
De ahí el reclamo a una solución bipartidista que los proteja: “El objetivo es la ciudadanía. Aquí crecimos, tenemos nuestra casa y hemos beneficiado a nuestro país”, señala a EFE Javier Quirós, que llegó a los tres años procedente de México, es “dreamer” desde 2013 y tiene un permiso que expira el próximo 14 de diciembre.
López-Dóriga Digital