Los republicanos estaban cada vez más cerca de lograr una mayoría en la Cámara de Representantes de Estados Unidos a primera hora del jueves, mientras que el control del Senado estaba en el aire, dos días después de que los demócratas evitaran una “ola roja” republicana en las elecciones de mitad de mandato.
Los republicanos habían conseguido al menos 210 escaños en la Cámara de Representantes, según las proyecciones de Edison Research, ocho menos de los 218 necesarios para arrebatar la Cámara a los demócratas y frenar de forma efectiva la agenda legislativa del presidente Joe Biden.
Aunque los republicanos siguen siendo favoritos, hay 33 contiendas en la Cámara de Representantes que aún no se han decidido incluyendo 21 de las 53 carreras más reñidas, según un análisis de Reuters de los principales pronósticos no partidistas, lo que probablemente asegura que el resultado final no se determinará durante algún tiempo.
ncluso una exigua mayoría en la Cámara de Representantes permitiría a los republicanos dar forma al resto del mandato de Biden, bloqueando prioridades como el derecho al aborto e iniciando investigaciones sobre su Gobierno y su familia.
Biden reconoció esa realidad el miércoles, diciendo que estaba preparado para trabajar con los republicanos. Un alto cargo de la Casa Blanca dijo que Biden habló por teléfono con el dirigente republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien anunció a primera hora del día su intención de postularse como presidente de la Cámara si los republicanos controlan la misma.
“El pueblo estadounidense ha dejado claro, creo, que espera que los republicanos también estén dispuestos a trabajar conmigo”, dijo Biden en una conferencia de prensa en la Casa Blanca.