Un día antes de la reapertura oficial del Área de Protección de Flora y Fauna Balandra en Baja California Sur, Excélsior constató que a simple vista, la reserva marina, famosa a nivel internacional por su hongo de piedra, luce limpia de contaminantes y lista para recibir a los ocho mil visitantes que hasta antes del domingo 21 de agosto, se bañaban a diario en sus cálidas aguas.
Aquella fatídica madrugada de verano, el yate Fortius, anclado en una zona prohibida dentro del área natural protegida, se incendió y hundió con 12 pasajeros y tripulantes a bordo, incluido su dueño Sergio Genaro Alcalde Delgado, un ingeniero originario de Guadalajara, Jalisco, que hasta el momento, a decir de las propias autoridades, no ha asumido cabalmente su responsabilidad en esta tragedia ambiental.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la limpieza de la playa y el fondo marino, de combustible y los restos calcinados de la embarcación, representó un gasto de alrededor de 3.5 millones de pesos.
En un recorrido realizado por este diario, observamos que todavía permanece en el lugar una barcaza traída desde Veracruz, que realiza los últimos trabajos de aspirado de la fibra de vidrio que quedó depositada en las profundidades, y que podría ser ingerida por peces, caballitos de mar, almejas, jaibas y pulpos, entre otros.
A la orilla de la playa, se ven todavía pequeños trozos de material carbonizado, aunque muy pocos, y pudimos documentar el varamiento de un pez botete o globo, que seguramente llegó a la orilla después ser arrastrado por la corriente, por su incapacidad para nadar.
A las 08:00 de la mañana de este viernes 28 de octubre, habitantes y turistas podrán regresar a Balandra, que permaneció cerrada durante 68 días, con la promesa de la Conanp, de la no repetición de estos lamentables hechos, y el fortalecimiento de la vigilancia con 26 guardaparques, que realizarán labores de vigilancia y monitoreo de la playa que es considerada la más bonita de México.
Excelsior
