ntegrantes de las asociaciones civiles Ángeles Sin Frontera, S. O. S. Migrantes y la Alianza Migrante Tijuana organizaron una conferencia de prensa en las inmediaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores Tijuana a fin de exigir apoyos para los albergues en momentos en que esta frontera comenzó a recibir desde hace una semana centenares de venezolanos expulsados de Estados Unidos.
Tras la llegada de cientos de migrantes venezolanos a Tijuana y a todas las fronteras de México con Estados Unidos que han sido deportados bajo el Título 42, albergues y asociaciones civiles como las referidas exigen a las autoridades apoyo para los migrantes.
Los manifestantes exigieron aportación de recursos económicos al Gobierno federal, al de Baja California y sus municipios.
Y comentaron que de no recibir repuesta continuarán manifestándose e incluso amenazaron con el cierre de la garita fronteriza.
Los albergues están completamente llenos, diariamente deportan un aproximado de 500 personas, ya no podemos recibir a nadie, expresó miembro de la asociación Ángeles Sin Frontera e hizo un llamado de atención al centro integrador para que lleve a cabo el trabajo que le corresponde.
Ante esa creciente deportación de migrantes venezolanos que trataron de internarse en territorio estadunidense desde nuestro país, el Ayuntamiento de Tijuana habilitará un albergue temporal en el gimnasio de la Unidad Deportiva Reforma a fin de atender a estos ciudadanos sudamericanos, informó la alcaldesa Monserrat Caballero.
Mientras que el recinto del albergue será proporcionado por el gobierno de la ciudad, los implementos necesarios como insumos de higiene, agua, comida y mobiliario, serán aportados por el Gobierno federal.
Montserrat Caballero explicó que hasta este fin de semana, el Instituto Nacional de Migración (INM) le notificó a que 550 personas de origen venezolano habían sido deportadas de Estados Unidos por la garita de El Chaparral, pero la mayor parte de ellos se negó a ser trasladado a albergues.
Por su parte, el secretario general de Gobierno del estado, Catalino Zavala, confirmó que el país vecino ha expulsado a 650 personas en contexto de movilidad de Venezuela, pero al no tener un estimado de cuántos y hasta cuándo el Gobierno de los Estados Unidos continuará deportando a los migrantes venezolanos por esta frontera, el gobierno del estado podría verse en la necesidad de abrir albergues.